Diagrama de Shannon
Una vez que Shannon y Weaver sientan la base de la teoría de la comunicación esta siguió creciendo y desarrollándose con nuevos enfoques. De momento y por razones de táctica y estrategia pedagógica para la carrera de comunicación online vamos a referirnos a este modelo conocido como el Diagrama de Shannon a los que también se le agrega para hacer justicia el apellido Weaver. Por otra parte, tenemos que reconocer que cuando ellos hablaban de comunicación se referían a las máquinas y líneas fundamentalmente, mientras que nosotros dejaremos como sobreentendido esos aspectos o nos referiremos como pasos conocidos exteriormente, importándonos sólo parcialmente lo que sucede en el interior de los equipos comunicadores en esta etapa. Esta manera de ver esta teoría y su modelo como generalizadora de la comunicación empezó hace mucho tiempo. De hecho, ya Weaver no era ingeniero como Shannon sino sociólogo. A partir de aquí el lenguaje usado por Hipania difiere del clásico y se acerca a más a las propuestas hechas dentro de otras ciencias sociales donde se forman comunicadores. Estamos hablando de personas que comunican y de otras que reciben esa comunicación. En nuestro caso el contenido de esa comunicación pasa primero por las máquinas como el celular o la computadora, sigue el curso de Internet y llega posteriormente a otras máquinas similares donde el usuario necesitado la consume. De alguna manera, nos llega alguna información de que nos han leído, oído o visto lo que comunicamos.
Tenemos dos partes fundamentales en el modelo de comunicación o diagrama de Shannon:
1. El que inicia la comunicación, que es en nuestro caso el comunicador online.
2. El que recibe la comunicación, que en nuestro caso es un producto intelectual, y la consume.
Vamos como se conforman ambos:
El comunicador online se comporta dentro del diagrama con diferentes categorías:
a) Comunicador(a): Se esfuerza para que el producto intelectual creado (noticia, propuesta científica, propuesta artística, promoción de un producto, etc.) llegue hasta otras personas que están separadas espacialmente de él o ella, o sea, lidera la comunicación, que es establecer los nexos entre él como productor o divulgador de un contenido y otros como consumidores.
b) Codificador: El comunicador si no se convierte en codificador no puede ni elaborar el producto ni colocarlo en las redes de Internet para que llegue a su destino. La palabra codificador significa simplemente elaborar los códigos, pero ¿qué códigos tiene que hacer este comunicador para alcanzar este segundo estatus?
Primeramente vamos a ver dos códigos generales: oral, visual. El comunicador para ejercer su labor tiene ahora que convertirse en codificador, o sea, convertir su idea, pensamiento, propuesta u objetivo en un código, esto es, elaborar el mensaje. Estamos a acostumbrados a representarnos el concepto de código como encriptar algo, digamos, la codificación de mensajes de los espías para que no sean descubiertos por el enemigo, sin embargo, cuando lo que pensamos o queremos lo escribimos en un artículo hemos codificado nuestras ideas en el lenguaje oral escrito. La diferencia con el espía es que nuestros códigos se hacen para que nos entienda todo el mundo o tan siquiera la mayor cantidad de personas.
A los dos códigos generales podemos dividirlos así: El código oral puede ser oral escrito y oral hablado, la aparente contradicción aquí es que todos los códigos son lenguajes y lo que queremos decir es que el lenguaje articulado o lo escribimos (artículos, ponencias, libros, etc.) o lo grabamos y colocamos el mensaje en un sitio web. El código visual lo entendemos como la imagen que puede ser fija o móvil. Con la palabra fija nos referimos a una foto, a un dibujo o un símbolo. Cuando hablamos de móvil nos referimos a los videos fundamentalmente.
Por supuesto, como usted se ha dado cuenta lo más probable es que el código sea visual y escrito a la vez, o sea combinado.
Una vez que tenemos el código no podemos simplemente guardarlo y es cuando adquirimos el tercer estatus dentro del modelo o diagrama:
c) Emisor: Para llegar a ser emisor hay que enviar el mensaje, ponerlo a circular.
Hagamos una analogía con situaciones diferentes, pero ampliamente conocidas:
Cuando los indios americanos de ciertas tribus del desierto o la llanura tenían que comunicar algo hacían una hoguera que produjera humo, con una tela controlaban la emisión de especies de “bocanadas” o nubecillas de humo. El comunicador o indio encargado del mensaje entonces sabía cuántas bocanadas o nubecillas de humos pequeñas y grandes debía mandar. En este indio se daban las tres categorías: la de comunicador por ser la persona con el encargo social de la tribu, la de codificados (manejar las señales de humo) y la de emisor en el momento en que las enviaba.
En principio, la teoría de la comunicación se puede aplicar a cualquier situación comunicativa de los humanos, primitivas, modernas y venideras. Aquí Hipania ha agregado el estatus o categoría de comunicador y como no es costumbre, o sea por su novedad, queremos decir que está categoría también implica ciertas destrezas y cierto encargo social.
Tanto el contenido, o sea el mensaje, como el tipo de código empleado determinan el tipo de canal por donde se trasmitirá. Dado que de manera general nosotros tenemos un solo canal general, la red digital o cibernética, debiéramos contemplar sus múltiples variantes y considerarlos nuestros canales. Para la comunicación tradicional cuando, cuando hablamos, por ejemplo, usamos el aire para que nuestra codificación en lenguaje oral articulado convertida en sonidos avance hasta el oído de nuestro interlocutor. Los indios cuando codificaban en lenguaje de humos usaban el canal del espacio más arriba de los árboles y las montañas para que las nubecillas de humo llegaran a la vista de sus aliados.
Nosotros podemos clasificar nuestro gran canal en varias categorías, según el tipo de código y teniendo en cuenta que éste se escogió según necesidades del tipo de mensaje y sus objetivos. Si escogemos el lenguaje oral escrito veríamos a qué tipo de web se adapta: un anuncio simple y perecedero a corto tiempo necesita de un sitio especializado en estos mensajes, pues dan unos días de soporte y luego se borran automáticamente o la fecha misma dice que ya está obsoleto. Un artículo depende si es científico o si es una promoción de un producto, ello determinará el lugar donde se coloque. Por supuesto, aquí no terminan las variantes de contenidos codificados y de posibilidades. Lo mismo si es un video, etc. Lo que queremos mostrar aquí, de modo general es que los canales tienen una justificación por la variedad de códigos y por las diferentes necesidades comunicativas.
Cuando ya está determinado el canal hay que determinar el trasmisor que en este esquema nuestro sería el emisor tecnológico. Tenemos pocos emisores tecnológicos actualmente, considerando que somos comunicadores online cibernéticos y no por radio o televisión: el celular, la computadora (laptop, tableta o computadora de mesa). Cada uno de ellos en sus múltiples variantes y según nuestros códigos serán los escogidos. Hoy estamos llegando al momento en que los equipos son universales, pero aún tenemos muchas diferencias en sus potencialidades, por ejemplo, si vamos a enviar un mensaje codificado como video y decidimos usar cierta web especializada en este tipo de código es posible que no nos permita hacerlo desde un teléfono. Los emisores están condicionados por los códigos primariamente, después por el web o canal cibernético y por último por las preferencias y comodidades del comunicador.
Llegado el momento en que el mensaje se codificó, se eligió el canal y el emisor tecnológico y se emitió, ahora llegará a una persona (cliente, lector, etc.) que está a una considerable distancia, si él (o ella) está en el lugar y momento adecuados recibirá el mensaje. Este lugar puede ser tener el equipo receptor adecuado. Hoy en día los equipos al igual que los seres humanos tienen las posibilidades de recibir y trasmitir. Al comprender el mensaje el usuario de la red de redes está realmente decodificándolo, por supuesto el primer decodificador es el receptor tecnológico que convirtió el código electrónico en palabras escritas, sonoras o en imágenes nuevamente.
Sí hubo un problema de la red, ya sea que nuestro artículo no se posicionó bien, que fue sancionado por Internet o en ese momento la batería del usuario estaba descargada decimos que hay un ruido, esto es cualquier cosa que dificulte el normal desarrollo y entrega del mensaje.
En el trabajo de comunicación online tenemos dos tipos de retroalimentación. Una es del receptor humano o decodificador que se convierte en codificador, o sea en un retro codificador y envía un mensaje de vuelta (usa un botón de me gusta, comparte, hace un comentario, llena un formulario, etc.) y la otra es por alguna aplicación o software instalado que nos permita observar estadística, flujo de visita, etc. Hay numerosas de éstas en Internet. Las empresas donde se hospedan nuestros mensajes a veces ofertan estas retroalimentaciones, por ejemplo, en páginas de Facebook puede ser que nos otorguen las estadísticas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_la_informaci%C3%B3n